Pedigüeños y vendedores ambulantes: ¡Sin autoridad ni control!
Por: Frank Espino
“Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones fuertes son las más seguras” Tito Livio
¡Las autoridades tienen que actuar! ¡Las autopistas, calles, avenidas, esquinas! se han convertido en comercios ambulantes, donde se confunden “los mansos y cimarrones” Nacionales y extranjeros, legales e ilegales.
Pero bueno, ¿Y que es lo que esperan los que tienen que ver con la seguridad ciudadana, los representantes del poder ejecutivo, los síndicos, la Policía, los encargados del tránsito?
Estos señores revestidos de “padres de familias” “los que las buscan” están convirtiendo esos lugares en los ¡sitios de más alta peligrosidad! ¿Qué ha hecho el Gobernador de Santiago para esto? ¿Cuál ha sido el papel de la comandancia Policial de Santiago?
¿Ha jugado la Sindicatura su rol? ¿Juega su papel La Amet, cuando vendedores y compradores interrumpen el tránsito?
¡Nosotros no nos oponemos que cada quien dentro de sus posibilidades se gane su sustento! ¡Que le lleve el bienestar a su familia!, pero entiendo que tambien que todo tiene su control. ¡Debe haber un orden! ¡Se debe respetar el libre derecho de tránsito, consignado en nuestra Constitución. Nadie tiene el derecho por necesidades que tenga, de obligar, presionar, intimidar a los ciudadanos para que les den limosnas, limpie los cristales de autos o compren determinados artículos de forma compulsiva, so pena de ser agredido física o materialmente.
El lunes 10 de septiembre 2007 aparece en primer plano un en periódico “El Nacional” un joven pedigüeño con una piedra en la mano, con la actitud de agresividad por si el conductor no le da la “limosna”.
En días pasados un gran amigo aquí en Santiago en la Estrella Sadhalá esquina República de Argentina, fue agredido y roto el cristal delantero de su vehículo año 2007 por que le impidió que le “limpiara el cristal”. ¡Todo esto delante de transeúntes comunes y de las autoridades sin que nadie ponga a estos señores en orden y disciplina! Fue llevado a la policía por el propio agredido, y ¡Ah sorpresa! ¡Fue despachado por falta de pruebas según el nuevo código! ¿Qué hubiese pasado si el conductor hubiese estado armado?
Tambien vi a un señor con apariencia militar golpear en la cabeza con una pistola, a uno los “se la buscan” por rayarle su vehículo por que se negó a comprar no sé que mercancía.
¡Las mujeres son insultadas! ¡Agredidas! ¡Vehículos rayados! ¡Los estudiantes intimidados! ¡Pero a nadie le importa! ¡Que va! “Esos son padres de familia” “Se las buscan” Los que pagamos placas, “revistas” impuestos sobres la renta, los que pagamos a los policías, los que pagamos a los ministros, los que votamos ¡No tenemos defensa!
¡Los asaltos, los actos de criminalidad han aumentado considerablemente en las esquinas, a plena luz del día! Muchos se revisten de “vendedores” “los que las buscan” es decir se mezclan con los que realmente hacen esas labores.
Sugerimos: Esos señores, vendedores ambulantes, deben ser registrados, identificados, y que las autoridades mantengan control. Si seguimos como vamos, esos lugares se convertirán como en otros sitios en ¡tierra de nadie! ¡Esperemos! ¡Santiago está a tiempo para que se inicie la regulación! De no ser así, ¡Sálvese quien pueda! ¿A quién le importa?
(La Información de Santiago, Rep. Dom. 12 de septiembre del 2007)