7:19 a. m. with 0 comentarios »

¿Perdimos la Humanidad?

Por: Frank Espino

“La televisión ha demostrado que los seres humanos están dispuestos a mirar cualquier cosa antes que mirarse unos a otros” Ann Landers

Hace unos días estuve viendo unas escenas en la televisión local, que me mantuvo con los ojos bien abiertos. No podía imaginarme hasta que punto estamos perdiendo el amor a la vida. ¡Sencillamente, no nos importa la muerte de un ser humano!

Las escenas nos recordaban los espectáculos en la antigua Roma en los coliseos. En esos lugares, la sangre, el desgarro de los cuerpos por las fieras, leones y tigres era producto de aplausos largos, ¡la plebe gritaba y vociferaba a favor de los felinos con sus desgarrantes dientes ensangrentados!

Al hecho a que me refiero, es que en una comunidad de Santiago, le dieron muerte a un supuesto ladrón. Era un joven por sus características físicas. Alrededor del fallecido, la gente aplaudía, comentaba, vociferaba, y cual si fuera un animal y no un ser humano que acababan de rematar con golpes, disparos, y sabrá Dios con cuantos objetos mas, todos alrededor cual circo romano, hablaba y opinaba de cómo le habían dado muerte, sin ningún temor a la ley, ni que las cámaras lo estuviera grabando.

¡En los lugareños “linchadores” habían hombres de todas la edades, mujeres y hasta menores!

Quiero hacer constancia, que no estoy de acuerdo en que se den regalos a los que transigen la ley. ¡A ladrones y asesinos se les deben dar su escarmiento! Pero de ahí, que la prensa televisiva, que niños, mujeres, hombres comunes, se decidan a dar muerte a diestra y siniestra a cuantos ciudadanos cometan delitos, no está bien. ¡La ley no podemos tomarla por nuestras manos! ¡Por eso existe legislación! ¿Para qué se inventaron entonces?

¡No apoyo el morbo! No es posible que gentes comunes, apoyada por comunicadores de la radio y la televisión local se den a la tarea de exponer escenas que a todas luces desdice del corazón cristiano y humano de los dominicanos.

¡Esto engendra más violencia! Si un ser humano es asesinado por una comunidad y se ve como un animal cualquiera, esto va deformando a una niñez, y los que nos sucederán. Se verá como un hecho simple y normal. Lo que traerá como consecuencia que se irrespete la vida. Así cualquier acto delictivo aumentará cada día más la deshumanización.

Esto trae como conclusión que: ¡Todo esta fallando! ¡Falla la justicia! ¡Falla los que deben poner freno a la delincuencia! ¡Falla los que deben controlar escenas grotescas en la televisión! ¡Definitivamente nos estamos canibalizando! Y cabe preguntar: ¿Perdimos la Humanidad?

El autor es médico, escritor y profesor universitario

12:55 p. m. with 0 comentarios »

Ciencia Hipocrática

¡Los símbolos Patrios! ¿Por qué no se respetan?

Por: Frank Espino

“Las leyes demasiado benévolas, rara vez son obedecidas. Las leyes demasiado severas, rara vez son ejecutadas” Benjamín Franklin

¡Hay una historia muy interesante! Al subir el tirano Trujillo en los primeros años de su mandato, fue informado que la mayoría de ciudadanos dominicanos y extranjeros (sobre todo haitianos) no respetaban el Himno Nacional Dominicano. Entonces, Rafael Leonidas Trujillo (El Jefe) dió la orden, que todo aquel que irrespetara el himno, es decir no parara de caminar cuando se estuviera tocando o entonando, recibiera un “escarmiento” (léase una golpiza-pela). Se cuenta, que efectivamente en todo el país al iniciar la retreta (concierto que realizaban las bandas de música en los parques) ese domingo después de la orden, ¡muchas personas no se detuvieron!- y siguieron como si nada. Fue entonces, como describen los biógrafos, los guardias dieron la “pela-golpiza” mas grande en todo el territorio nacional.

¡Tanto así que a partir de ahí, la gente se paraba hasta en las casas cuando se tocaba en himno en el parque, no importa que “necesidad” estuviera haciendo.

Pero esto llegó tan lejos que producto de su poderío nadie hacia nada hasta que no se decía: “Viva Trujillo”, cuando se terminaba el Himno Nacional. ¡Por eso los dominicanos no aplauden el himno!, donde es correcto el aplaudir el mismo cuando termina, pues tuvo la costumbre de decir el ¡Viva! al final.

Estos ejemplos los señalo como condición anecdótica, en ningún momento queremos llegar a ser extremistas.

Sin embargo, al pasar el tiempo, hemos perdido el respeto de los Símbolos Patrios. Muchos de nuestros ciudadanos no rinden tributo a los mismos. No se les da debida solemnidad. ¡De esto todos somos culpables! En las escuelas en pocas ocasiones se entona el Himno Nacional. Nuestra Bandera tricolor, luce desgarrada, desteñida y hasta mal colocada en entidades oficiales, y en algunas privadas. Incluso en cuarteles policiales y militares en ocasiones hasta carecen de las mismas o lucen feas y polvorientas siendo esto motivo de vergüenza para todos los que la contemplan. ¡El escudo apenas se conoce su magna significación!

Los dominicanos hemos emigrado a diferentes países, por lo que ellos ni sus hijos se sienten identificados. De la misma forma cuando un dominicano que ha vivido en el exterior y por circunstancias especiales ha caído preso en algunos de esos países y es deportado, no obedece, no le importan nuestros símbolos, perdiendo así poco a poco su identidad con su propia patria.

Debemos respetar y cuidar todo el conjunto de símbolos que nos identifica como país. Nuestros Símbolos Patrios, son tres: La Bandera, El Escudo y el Himno Nacional, cada uno tiene su propia función.

La Bandera Nacional se elevó por primera vez el 27 de febrero de 1844 en la Puerta del Conde, fue ideada por el prócer Juan Pablo Duarte, y bordada por Concepción Bona y María Trinidad Sánchez.

Cada color tanto de la Bandera como del Escudo tiene su significado, el azul representa el campo divino, el rojo simboliza la sangre derramada por nuestros mártires en la lucha por la independencia, el blanco la pureza del pueblo dominicano.

El Escudo Nacional, representa la soberanía, además que somos un estado libre, independiente y soberano, al igual que la Bandera tiene los mismos colores.

El Himno Nacional, tocado por primera vez en el 1900, fue escrito en el año 1883, letras de Emilio Prud'Homme y música del maestro José Reyes.

Como vivimos en libertad, no es necesario llegar a los extremos de “la pela” que dió Trujillo, pero debemos crear conciencia desde nuestros hogares, escuelas, universidades oficinas privadas y oficiales del respeto de nuestros ¡Símbolos Patrios!

Debemos llevar un mensaje a las autoridades. ¡Tienen que crear una campaña masiva de respeto a Nuestros Símbolos! ¡Donación y dotación de Banderas a nivel nacional! ¡La vuelta de entonación del Himno en las escuelas! ¡Y que cada ciudadano conozca del verdadero valor del Escudo!

¿Cómo respetar nuestros Símbolos Patrios?

  • Detente cuando escuches el himno y cuando se éste bajando o subiendo la bandera, sin importar el lugar donde te encuentres.
  • Escucha con atención la nota del himno y ayuda a cantar si es necesario, es un buen gesto de patriotismo.
  • Comparte con tus compañeros la importancia que tienen en la historia de nuestro país, los símbolos patrios, y motívalos.

El autor es médico, escritor y profesor universitario

12:52 p. m. with 0 comentarios »

Ciencia Hipocrática

Los derechos del transeúnte

“La ley es como la veleta de un viejo campanario, que varia según sopla el viento”

Desde hace mucho tiempo venimos notando que cada día mas se violan los derechos del transeúnte y que no importa, se trate de niños, escolares, envejecientes, enfermos, embarazadas y personas comunes, se comenten muchas imprudencias sobre todo los transportistas que en afán de desplazarse rápidamente en ocasiones han estropeado y hasta le han quitado la vida a cualquiera que camine en nuestras calles y avenidas. Hay quienes afirman y con razón: “Posibilitar y garantizar un tránsito de calidad en condiciones de equidad es responsabilidad del Estado, que tiene el deber de regular el ejercicio de estos derechos, pues tal es el origen y el sentido de las normas jurídicas sobre circulación, tránsito y transporte”.

La acción del Estado debe tender a que cada ciudadano transite por la vía pública con el mínimo riesgo posible. Como todo derecho, su regulación demarca responsabilidades: el derecho de cada ciudadano a transitar implica el deber del Estado de permitir, posibilitar y garantizar el pleno ejercicio de ese derecho y, a su vez, la responsabilidad de cada ciudadano es ejercer el derecho propio respetando el de los demás.

Nuestro tránsito es un problema complejo de muchos anos. Tiene que ver con una parte ética. Otra histórica y hasta geográfico. Las leyes están ahí, poco se ha agregado en los últimos tiempos desde el ángulo jurídico. La reflexión ética, en tanto, recoge los problemas vinculados con las consecuencias previsibles de las acciones de los transeúntes y del ejercicio del derecho de tránsito en el seno de una sociedad.

Muy bien reflejaba un articulista a través del internet, con relación al aspecto del transito: “La gente transita por diferentes motivos y dedica una parte importante de su tiempo a esos traslados. La circulación no es igual en todas las ciudades ni en todos los barrios ni a toda hora. Los vecinos transitan por su localidad, de una ciudad a otra, o entre su localidad y zonas suburbanas o rurales” de una forma u otra es aplicable a nosotros en toda la geografía nacional, pero con una nota sobresaliente en las grande urbes.

Tenemos que buscar la forma de que los sectores que luchan por el beneficio colectivo se reúnan. Se busque un consenso de educación en todos los niveles. Profesores, padres, autoridades judiciales y policiales. Que se cree una responsabilidad desde las escuelas hasta llegando a las universidades y en las gentes comunes.

Educar a los automovilistas comunes que muchas veces las vidas de los transeúntes depende de la sensatez de ellos ya que cuando salen de los distintos centros de estudios y trabajos o simplemente a divertirse no tienen una protección de una autoridad que con responsabilidad defienda sus derechos y eviten ser estropeados por algún desaprensivo. Pocos son los que utilizan normas de cordialidad ante los demás e indefensos ciudadanos. Debemos dar nuestros primeros pasos. Solo así haremos un país mas educado.

12:50 p. m. with 0 comentarios »

Ciencia Hipocrática

Los Cementerios: Espejo de los “políticos vivos”

“Que cerca sentimos algunos que están muertos; y que muertos nos parecen otros que aún viven” Wolf Biermann

Hace unos días tuvimos que asistir al entierro de un pariente en otra ciudad. Misma que mostraba un descuido tal de su Campo-Santo, que raya no solo en la falta de dolor, sino el un reflejo de la falta deshumanización y cristianismo hasta en los últimos momentos de nuestro paso por la tierra. Esto contrasta con la definición deCEMENTERIO”, del latín coemeterium y éste del griego koimeterion, dormitorio, lugar de reposo.

Estos lugares sagrados, que han llegado hasta nosotros, no sirven tan solo para el estudio de la muerte sino también para el de la vida, ya que suponen la expresión de un momento histórico, recordemos las pirámides de Egipto, las catacumbas, los sarcófagos, las capillas funerarias o los cementerios contemporáneos. Algunos autores los definen como huellas del paso hacia la muerte.

Es conocido que hasta al morir o un entierro es notable la marcada diferencia de la clase social. Ya sea en la forma como se efectúa la ceremonia, el lugar, y hasta el medio de transporte que se utiliza hasta llegar al sitio final. Esto tiene una connotación de origen religioso, económico, racial, político y cultural. Muestra de ello, es que en nuestra ciudad de Santiago, hubo dos cementerios, uno para los cristianos católicos y otro para otras religiones, en el de la 30 de marzo, por eso se nota la división de derecha e izquierda en su entrada.

No pretendemos en este artículo la discusión arquitectónica, ni la ubicación de los cementerios.

Lo que queremos denunciar es, que los mismos son un reflejo de la desvergüenza, irrespeto y el desorden que se observan en todo el territorio nacional por las cosas más triviales hasta por las de más alta complejidad.

Estos son un espejo de la actuación de los “vivos”, donde la responsabilidad de su cuidado, la limpieza, y la seguridad debe ser sostenida por los ayuntamientos, cosa esta que ha sido olvidada como conducta de irresponsabilidad de los que han tenido bajo sus hombros dichos mandatos en las diferentes comunidades.

Defendemos a nuestros muertos, ya que nos hemos olvidado de que todos pasaremos por esa etapa tarde o temprano. No importa edad, estatus socio económico ni social.

Si no aprendemos a respetar el derecho de los que no pueden hablar, nos quedaremos mudos también de todas aquellas cosas, que nos conciernen de una u otra forma. Por eso definitivamente el cuidado de los cementerios es el reflejo de la actuación de los “políticos vivos”


12:45 p. m. with 0 comentarios »

Ciencia Hipocrática

¿Falta de control o de moral?

Por: Frank Espino

“Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender” Ch. Dickens

“A medida que uno mas vive, mas ve” dice un viejo refrán. Sin embargo cada vez estamos observando unos hechos que nos ha puesto pensar de sí en realidad se trata de un problema moral o de controles.

En esta semana los medios televisivos, escritos y radiales, han destacado como una nota sobresaliente el hecho de unas jóvenes que fueron captadas en un acto lésbico, mientras se paseaban encima de un vehículo en vías públicas de la Capital Dominicana.

Nosotros no somos psicoterapeutas para valorar la actitud mental de las jóvenes de las que hemos hecho mención. Pero sí, como ciudadano común y corriente podemos dar nuestro parecer a dicho comportamiento, el que a toda luces, se observa desviado del sentir general de lo que establece las normas morales y las buenas costumbres.

Como médico, conocemos y debemos respetar la preferencias sexuales, de cada individuo de cada pareja.

Ahora bien, no podemos quedarnos callados cuando esas desviaciones provoquen daños en niños, niñas y cualquier ser humano, por que esto sí que es inadmisible.

Debemos estar conscientes que pervertidos hay y habrán. Lo que debemos es tener “controles” que puedan frenar, esa ola delincuencial de la que tanto se habla y que este hecho no escapa a ello.

Mientras estemos perdiendo el tiempo, en buscando los culpables, y nos olvidemos de buscar causas, serán hechos que como un disco rayado se repetirán una y otra vez.

Pensemos un momento. Y nos daremos cuenta que lo que nos falta, mas que moral es control. Ese control empieza en la familia, continúa en la sociedad y termina con el Estado.