Ciencia Hipocrática
Dr. José Ramón Báez Acosta ¿Quién lo defiende?
Por: Frank Espino
“No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy”
Gregorio Marañón
Tengo que admitir que no he tenido el privilegio de conocer personalmente al Dr. José Ramón Báez Acosta, reconocido en el campo de la psiquiatría, y que solo conozco de la historia participativa en calidad de médico en la Revolución de Abril del 1965, su papel de Síndico en la ciudad de Santo Domingo en el 1966 y por ser pionero en la producción de medicinas genéricas a bajo costo, para el uso de pacientes psiquiátricos.
El Dr. Báez Acosta, ha sido mencionado en los últimos días por su noticia de “haber encontrado la cura del SIDA”, es decir una noticia ha repercutido más que todos los atributos que pueden adornar al reconocido galeno.
¡Nosotros no vamos a juzgar lo real o no de su investigación!
Nos referiremos al trato personal que se le ha dado a la figura de un médico de su edad, de sus conocimientos en el campo de las enfermedades mentales.
¡Sencillamente se le ha faltado el respeto, a quien por tantos años ha hecho sus aportes a la sociedad dominicana! Nos preguntamos: ¿Qué le espera a un médico después de haber llegado a la senitud? ¿Era la forma de atropellar a un profesional, esté equivocado o no? ¿Se hicieron los aprestos investigativos de su noticia de la cura de esa terrible enfermedad?
¡Se actuó con prontitud y sin contemplación! Lo mas penoso es que en este caso, muchos “médicos” fueron responsables directos del trato descortés hacia el Dr. Báez Acosta.
No excusamos que no se hayan hecho los protocolos requeridos en los datos que aporta el investigador. Lo malo es, que ¡Se abusara de un prestigioso profesional y a su edad! ¡Se cerrara su laboratorio, que no tenía nada que ver con su “investigación”!
Se ha preguntado usted: ¿Y si por circunstancia de la vida él tiene la razón? Sería el mismo trato que recibió Galileo, lo mismo que le pasó a George Papanicolau, cuando descubrió células anormales en vagina de sus animales de experimentación y hasta en su misma esposa, (reconocido veinte años después) de Fleming y la penicilina, de Líster y la antisepsia. ¿Qué hubiese sido de los aportes de Galeno, Hipócrates, Erasistrato, Herófilo, Avecena, Rhazés, Sorano de Efeso, si se le hubiese aprobado el juicio que hizo sobre ellos, Felipe Teofrasto von Hohenheim, mejor conocido como Paracelso?
Lo penoso de eso es, que detrás de todas estas “travesuras” hay “colegas” envueltos.
No me sorprende que hayamos caído tan bajo los médicos. A mi mismo me expulsaron de mi centro de trabajo en la Maternidad del Seguro Social en Santiago, por simple contradicción política, ¡sin que al Colegio Médico, ni nadie le importaran! Se les olvidó a esos “médicos-políticos” que soy dominicano, profesional titulado, especializado, con maestría, profesor universitario, padre de familia, con derecho a un sustento digno, y se les olvidó tambien los aportes en distintas áreas en las que nos hemos desempeñado.
Por eso no me sorprende la actitud malsana de algunos llamados “médicos-éticos” del “juicio a priori que se le hiciera al Dr. José Ramón Báez Acosta.
Les daremos un fragmento del la carta de Esculapio a su hijo hace 3000 años:
“Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas.
¡Ustedes son los mejores jueces!
Dr. José Ramón Báez Acosta ¿Quién lo defiende?
Por: Frank Espino
“No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy”
Gregorio Marañón
Tengo que admitir que no he tenido el privilegio de conocer personalmente al Dr. José Ramón Báez Acosta, reconocido en el campo de la psiquiatría, y que solo conozco de la historia participativa en calidad de médico en la Revolución de Abril del 1965, su papel de Síndico en la ciudad de Santo Domingo en el 1966 y por ser pionero en la producción de medicinas genéricas a bajo costo, para el uso de pacientes psiquiátricos.
El Dr. Báez Acosta, ha sido mencionado en los últimos días por su noticia de “haber encontrado la cura del SIDA”, es decir una noticia ha repercutido más que todos los atributos que pueden adornar al reconocido galeno.
¡Nosotros no vamos a juzgar lo real o no de su investigación!
Nos referiremos al trato personal que se le ha dado a la figura de un médico de su edad, de sus conocimientos en el campo de las enfermedades mentales.
¡Sencillamente se le ha faltado el respeto, a quien por tantos años ha hecho sus aportes a la sociedad dominicana! Nos preguntamos: ¿Qué le espera a un médico después de haber llegado a la senitud? ¿Era la forma de atropellar a un profesional, esté equivocado o no? ¿Se hicieron los aprestos investigativos de su noticia de la cura de esa terrible enfermedad?
¡Se actuó con prontitud y sin contemplación! Lo mas penoso es que en este caso, muchos “médicos” fueron responsables directos del trato descortés hacia el Dr. Báez Acosta.
No excusamos que no se hayan hecho los protocolos requeridos en los datos que aporta el investigador. Lo malo es, que ¡Se abusara de un prestigioso profesional y a su edad! ¡Se cerrara su laboratorio, que no tenía nada que ver con su “investigación”!
Se ha preguntado usted: ¿Y si por circunstancia de la vida él tiene la razón? Sería el mismo trato que recibió Galileo, lo mismo que le pasó a George Papanicolau, cuando descubrió células anormales en vagina de sus animales de experimentación y hasta en su misma esposa, (reconocido veinte años después) de Fleming y la penicilina, de Líster y la antisepsia. ¿Qué hubiese sido de los aportes de Galeno, Hipócrates, Erasistrato, Herófilo, Avecena, Rhazés, Sorano de Efeso, si se le hubiese aprobado el juicio que hizo sobre ellos, Felipe Teofrasto von Hohenheim, mejor conocido como Paracelso?
Lo penoso de eso es, que detrás de todas estas “travesuras” hay “colegas” envueltos.
No me sorprende que hayamos caído tan bajo los médicos. A mi mismo me expulsaron de mi centro de trabajo en la Maternidad del Seguro Social en Santiago, por simple contradicción política, ¡sin que al Colegio Médico, ni nadie le importaran! Se les olvidó a esos “médicos-políticos” que soy dominicano, profesional titulado, especializado, con maestría, profesor universitario, padre de familia, con derecho a un sustento digno, y se les olvidó tambien los aportes en distintas áreas en las que nos hemos desempeñado.
Por eso no me sorprende la actitud malsana de algunos llamados “médicos-éticos” del “juicio a priori que se le hiciera al Dr. José Ramón Báez Acosta.
Les daremos un fragmento del la carta de Esculapio a su hijo hace 3000 años:
“Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas.
¡Ustedes son los mejores jueces!
Este artículo fue publicado el Periódico La Información de Santiago, República Dominicana en la columna "Ciencia Hipocrática" el miércoles 8 de Agosto del 2008
que gran verdad ha dicho....