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Ciencia Hipocrática
Un semáforo en verde: ¡Rojo peligro!
Por: Frank Espino

“Los cautos rara vez se equivocan” Confucio

Este artículo lo hemos hecho a sugerencia del colega y amigo Doctor Andrés Rivas, director del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez, quien en una conversación nos manifestaba las consecuencias que se están produciendo por la violación de conductores desaprensivos; mismos que provocan a diario en calles y avenidas accidentes cientos de heridos y muertes, que llenan las salas de emergencia y la morgue del hospital mas grande del país y de la región.

Nos decía el Dr. Rivas, que llamáramos la atención al respecto por medio de esta columna, ya que la misma era tomada en cuenta en ciertos sectores que les dan seguimiento. Motivado por esa inquietud de Andrés, y por lo que nos concierne en calidad de médico y conductor nos decimos realizar esta reflexión que de una u otra manera ¡nos afecta a todos(as)!
Amigos, no hay palabras para definir la falta de responsabilidad, de respeto, de autoridad, que están cometiendo conductores que sin ningún escrúpulo, irrespetan las leyes de tránsito, pero sobre todo al tema que hoy nos ocupa: ¡La violación de los semáforos! Tanta es la preocupación y temor que cuando vamos circulando y nos detenemos ante el aviso de luces amarilla o roja,(a cualquier hora del día) escuchamos bocinas detrás de nosotros para incentivarnos a violar dichas disposiciones. ¡Qué bárbaros!
Hemos llegado a cierto nivel de “miedo” que cuando un semáforo nos da luz verde, avanzamos lento y con mucho cuidado, ya que cualquier irrespetuoso que debe detenerse por que de su lado le señala la luz roja, cruza a toda velocidad y podría provocar una colisión de consecuencias insospechadas.
Nosotros no creemos que solo hay que educar, sino; que existan leyes modernas y servicios permanentes de autoridades que las hagan cumplir. Decía aquella canción de los 70’s ¡No basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz!
Todos los que han tenido la suerte de visitar otros países, han podido notar, que ellos no necesariamente son más inteligentes, educados, formados que los dominicanos, y sin embargo ¡Obedecen las leyes! Lo que sucede es, que la violación conlleva multas, cárcel y el seguimiento de su conducta, que los hace vulnerable en su futuro. Por una contravención le investigan desde si paga impuestos sobre la renta, si ha estado involucrado en actos delictivos, donde vive y hasta de donde sacó el dinero para comprarse el vehículo.
Señores nuestras calles se están convirtiendo de una ¡Selva! ¡Tierra de nadie! ¡Cientos de conductores sin licencias! ¡Vehículos sin las luces correspondientes, sin placas identificables!
¡Los semáforos son violados por analfabetos, estudiantes, obreros, militares, profesionales legisladores, y funcionarios! ¡Estos violadores son suicidas y homicidas en potencia! ¡Paremos ya el irrespeto a la vida humana!
¿Qué podemos hacer distinguidas autoridades? ¿Quién podrá defendernos? Si no se toman medidas ¡Seremos contados entre los heridos o muertos por accidentes evitables! ¡Se requiere solución inmediata!
Le sugerimos, si va a cruzar ¡Un semáforo en verde! ¡Cuidado! Este se convierte en un ¡Rojo peligro!
El autor es médico, escritor y profesor universitario