“La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres” Friedrich Nietzsche

Una de las características que tiene un ciudadano que haya nacido en Santiago de los 30 Caballeros de República Dominicana, a parte de su amabilidad, es que siente la ciudad como parte de su vida, de su familia, de su más estrecho entorno.
Por eso no es de extrañar que cualquier mortal, haga lo posible por aportar en favor de esta hermosa metrópolis que cada día mas presenta un crecimiento exponencial en todos los sentidos, pero sobre todo en la superación académica.
Se les olvida a muchos de los que están promocionando su campaña de “promesas” de campaña política, que ésta urbe no es la misma de hace 40 ó 30 años.
Me causa tanta risa ver dichas promesas que algunos candidatos ofrecen, que parece que los asesores no conocen a cabalidad lo que tienen entre manos.
Muchos de los que anhelan dirigir, parece que no conocen que el gran por ciento son jóvenes de los que viven en Santiago y el país, que las ideas de ellos están por encima de las aspiraciones y mentalidad de muchos que los quieren gobernar.
Se les olvida a esos “enganchados” a políticos desfasados de la realidad, que esta ciudad, está por encima del millón de habitantes. Se les olvida que tenemos más de 6 universidades que ofrecen docencia y que están en contínua preparación académica. Sin contar con las escuelas públicas y privadas.
No se quieren percatar los partidos y los políticos que la juventud que está estudiando, conoce al dedillo los avances tecnológicos más que los “aspirantes”. Donde muchos de ellos, se les ha tenido que dar entrenamiento cuando alcanzaron una diputación o senaduría del uso de una simple computadora y ni pensar de un programa informático o el uso de un teléfono.
También no toman en cuenta, que una gran población de los habitantes de Santiago, han tenido la oportunidad de conocer otros países, dimensionar otras latitudes.
Esos encantadores de promesas que ¡No van a cumplir! (los hechos hablan por si mismos) parece que son tan obtusos que no ven que esa misma juventud es capaz de dominar dos o tres idiomas, que los coloca por encima de los que “prometen” en la actualidad mundial. Ya la expresión que “la masa no piensa” ¡No es verdad! ¡El Santiaguero, santiaguero piensa! El habitante de Santiago, es mesurado, educado, prudente y sobre todo ama esta hermosa ciudad. Así es, que los embustes de campaña, las promesas que no serán cumplidas, ni las digan. ¡De tontos, no tenemos ni un pelo! Recuerden que lo que hoy prometen, ofrecen y no cumplen, se le cobra luego. No olviden esto: ¡Santiago, es Santiago!
El autor es médico, escritor y profesor universitario

1 comentarios

  1. EL BLOG DE LENIDA // 11:05 a. m.  

    Bueno.. doctor, usted tiene toda la razon! en esta entrada. Los jovenes dominicanos nos estamos preparando academicamente, para que unos mediocres politicos nos quieran engañar como si fueran años anteriores, solo hay que saber estudiar a las personas... y pensar muy bien antes de optar por cualquier candidato.